La Navidad, ¿un medio para el consumo? Por Lorena Jiménez Moreno
La Navidad es un periodo del año que muchos esperan con ilusión y que supone un momento significativo para empresas, grandes y pequeñas. Cuando llega este momento del año, pensamos en regalos, en comprar polvorones y decoración navideña, en la carta de los reyes magos o en el amigo invisible.
Me llamo Lorena Jiménez Moreno, soy educadora, maestra de Educación Infantil y Madre de día y vengo a hablaros de la importancia del consumo responsable, para un aprendizaje saludable de los más pequeños/as, en relación con la cantidad junto con la calidad, de lo que vayan a recibir estas navidades.
Ésta es una época que a algunos encanta, a otros abruma, ya que nos sentimos empujados a un consumo, a veces, casi obligado por nuestro entorno, que nos puede llegar a turbar.
¿Qué le regalo?, si tiene de todo, y ¿qué le gusta?, el año pasado ya le hice un buen regalo, este año tendrá que ser algo más sencillo, pero ¿qué? No necesita nada, pero habrá que regalarle algo, que es Navidad.
¿Te suena? Seguro que sí. Y es que, cada vez es más difícil acertar con un buen obsequio que guste y sea útil, pero ¿qué entendemos por regalar?
Las grandes marcas y la industria del consumo nos atiborran cada año con mensajes, luces y villancicos (espíritu navideño le llaman) a comprar de manera compulsiva. Dichos mensajes son acompañados de una amplia y llamativa gama de anuncios, catálogos y escaparates que no dejan libertad a nuestra imaginación y por supuesto, no pasan desapercibidos, porque, al fin y al cabo, vivimos en una sociedad que se mueve por el consumo que los adultos hacen y al que los niños/as no son conscientes, pero es el adulto quien lo provoca, y que a veces sin darse cuenta compra demasiado, por esta razón, ¿qué podemos regalar?
Los pequeños/as llegan al mundo abiertos a todo aquello que el adulto le ofrezca, por lo que éste tiene la oportunidad de aportar contextos saludables que ayuden a su aprendizaje. Cuando les colmamos de regalos que no han pedido, de objetos y juguetes que no necesitan o que no son adecuados para su edad, no le damos la oportunidad de soñar, de imaginar ni de valorar lo que tienen. Desde la infancia es importante educar los límites del consumo, apostando por la durabilidad, la versatilidad y la cantidad saludable de los materiales y juguetes que tenemos en casa.
A continuación, hablamos de los primeros años de vida del niño y de la niña y del material que podemos proporcionar para favorecer y cubrir sus necesidades en cada etapa, sin tener que hacer un gasto elevado para ello:
De los 0 a los 12 meses:
Durante los primeros meses de vida, el niño/a no necesita nada, sólo crecer y alimentarse. A partir del momento en que tiene interés por coger objetos, ya podemos ofrecerle uno. Este primer “juguete” puede ser lo más natural y real posible; algo sencillo, ligero y fácil de coger entre sus manos.
Fomentar un juego relajado y la oportunidad de acercarse a los objetos que tiene a su alrededor, asegurará un aprendizaje de su entorno, saludable y significativo. Si le damos mucho de lo que no necesita, además de cosas con luces y ruido, estaremos ante un niño/a sobre estimulado, al que le será difícil dormir y estar tranquilo, sin una atención calmada y consciente de lo que sucede a su alrededor.
Además, los materiales naturales le proporcionan mucha información: su textura, el ruido que emiten, su temperatura, grosor, tamaño…, son realmente importantes para su crecimiento y aprendizaje.
Debemos tener en cuenta, que esta es una etapa en la que hay muchos cambios a nivel motor, pues de estar quieto en un mismo sitio jugando, pronto comienza a moverse y desplazarse. De esta manera, todo aquello que tengamos por casa y que sea adecuado para él o ella (objetos de la vida cotidiana), además de un espacio amplio para facilitar su movilidad, será su mejor regalo.
De los 12 a los 24 meses:
A partir del primer año de vida, sus intereses se multiplican. Una opción para su juego son los materiales no estructurados; con ellos juega sin condiciones ni pautas, puede manipularlos a su antojo, poniendo a prueba todo su ingenio.
Otro recurso son los cuentos, que le adentra al mundo de la comunicación y el lenguaje. Los cuentos con imágenes reales, con solapas, con texturas y olores y sin dibujos estereotipados son los más recomendados. También los hay sin texto, para que inventen y nosotros/as con ellos/as.
Materiales de madera, tela, metal, plástico…, es decir, todo lo que le pueda asegurar un acercamiento lo más real posible al mundo que le rodea, es la mejor opción para estas navidades.
Junto a esto, se le puede proporcionar diversas estructuras de madera (tarimas, rocódromos, cajones con diferentes alturas…) que pueda emplear para su movimiento libre.
De los 24 a los 36 meses:
En esta etapa la creatividad y sus habilidades motrices aumentan, su interés por escalar, correr y alcanzar metas mayores, no cesan, además de querer crear y construir infinidad de ideas, con los diferentes materiales que se encuentren a su alcance.
De este modo, podemos ofrecerle una mayor variedad de materiales y de recipientes con los que poder manipular y crear con sus manos (piezas más pesadas, caja de arena, mesa de agua…), junto con el continuo acompañamiento de los cuentos. Todo, evidentemente, siempre a su alcance y organizado para que sean de fácil acceso, algo que favorecerá a su autonomía e independencia en el hogar.
¿Cómo podemos incorporar estos materiales a la vida de los niños/as que no están acostumbrados?
Es bien sencillo, acercando dichos materiales a sus intereses y a sus juguetes, para que poco a poco, los vayan introduciendo en su juego.
Finalmente, me gustaría añadir una sugerencia. Como alternativa para estas navidades y para las que vengan, existen otras opciones para regalar a los más pequeños/as y por seguro, disfrutarán mucho más; por lo que se les puede regalar algo que realmente necesiten (un pantalón, una chaqueta, una mochila, un libro…), algo que quieran de verdad y, por último, una experiencia en familia.
¿Te gustaría ver cómo puedes combinar en un solo regalo los mejores juguetes para su desarrollo con un a experiencia en familia?
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La infancia no necesita mucho, sólo tener sus necesidades cubiertas, y como todo ser humano, sentirse seguro, colmado y protegido por sus progenitores, por lo que es importante acompañar este aspecto en la vida de los niños y de las niñas, de un modo responsable y coherente, para asegurar un mundo más sostenible, cuidado y protegido, al fin y al cabo, son los futuros consumidores del mañana.